domingo, 15 de julio de 2018

ありがとう, ろべると!! (Gracias, Roberto)


Nuestras clases de japonés con Roberto dieron sus primeros frutos apenas subidos al avión. Leia entabló amistad con un bebé nipón de su edad (Makoto / まこと) hijo de colombiano y japonesa, que regresaba a casa en el mismo vuelo. Y no sólo intercambiaron kanas (en especial だ (da) y たた (ta-ta)), sino que los adultos conversamos en un nihongo, precario y alternado con palabras en inglés, pero que permitió un diálogo fluido. Ya en vuelo, hubo intercambio de libros entre bebés. El que nos prestaron fue rápida e íntegramente leído por Leo, que demostró su excelente dominio del hiragana y el complejo vocabulario del libro, cuyo elaborado guión era más o menos el siguiente. Trataba de un gusanito, que jugaba con autitos, trencitos y otros juguetes. Al final, le decían que primero tenía que comer la comida. Es decir, tenía una especie de mensaje moral, sutilmente referido de manera alegórica, sobre el necesario equilibrio entre el juego y la alimentación.

2 comentarios:

  1. Impresionante inspiración lingüística, frente a 18 horas de vuelo!!!! Aquí supe, (página de Aeroméxico, gracias!!!!), el preciso instante en que vuestro avión tocó tierra nipona!!!! Venturoso primer día en Tokio, abrazos a todos....

    ResponderBorrar
  2. Especialísimas felicitaciones a Leo y a Lelé, que indudablemente van a constituir la vanguardia comunicacional.....

    ResponderBorrar