Antes de emprender este viaje a Japón, dedicamos unas
cuantas horas, cada semana durante los meses previos, a sumergirnos en las
profundidades de ese enigmático idioma. Estudiamos japonés, si. No tanto para
dominarlo y comunicarnos fluidamente con los japoneses en su propia lengua
- cosa a la que no aspiramos seriamente - sino más bien para
conocer algo de ese país a través de su lengua. Porque se puede conocer mucho
acerca de un pueblo mirando sus palabras, y porque es además un modo de comenzar
a viajar anticipadamente, desde las clases compartidas cada miércoles en el
comedor de nuestra casa.
Una de las cosas que más me llamó la atención del japonés, es la dificultad para traducir ciertas frases. Incluso frases simples que expresan ideas igualmente sencillas, pueden poseer una gramática y una estructura tan diferente de la que empleamos en español para decir lo mismo, que la traducción puede ser eficaz, pero nunca absolutamente fiel. Y aunque es cierto que eso puede decirse acerca de cualquier traducción, creo que un ejemplo puede ayudar a mostrar que se trata de un caso particular de intraducibilidad.
Supongamos que estamos comiendo y queremos decir: “la comida está rica”. Las palabras de la frase se ordenan de un modo diferente al que estamos acostumbrados. Diríamos: gohan wa oishii desu. Literalmente: comida (wa) rica es.
Una de las cosas que más me llamó la atención del japonés, es la dificultad para traducir ciertas frases. Incluso frases simples que expresan ideas igualmente sencillas, pueden poseer una gramática y una estructura tan diferente de la que empleamos en español para decir lo mismo, que la traducción puede ser eficaz, pero nunca absolutamente fiel. Y aunque es cierto que eso puede decirse acerca de cualquier traducción, creo que un ejemplo puede ayudar a mostrar que se trata de un caso particular de intraducibilidad.
Supongamos que estamos comiendo y queremos decir: “la comida está rica”. Las palabras de la frase se ordenan de un modo diferente al que estamos acostumbrados. Diríamos: gohan wa oishii desu. Literalmente: comida (wa) rica es.
El “wa” es una partícula que se usa para señalar el tema del
que habla la oración, en este caso la comida, y se podría traducir como “en
relación a…”, o “en lo que se refiere a…”. O sea que, la traducción literal quedaría
en: “En lo que se refiere a la comida, rica es”.
Ahora bien. Si quisiéramos decir lo mismo en tiempo pasado
(la comida estuvo rica), pasa algo curioso: la palabra que cambia no es el
verbo, sino el adjetivo: Gohan wa oishikatta desu (ごはん・わ・おいしかった・です). Es decir que en vez de
rico-ahora (oishii) diríamos rico-antes (oishikatta). Y la traducción literal
quedaría en: “En lo que se refiere a la comida, rica-antes es”. O mejor: “En lo
que se refiere a la comida, algo que tuvo rico sabor, es”.
Muy loco. Muy. Hablando, los ponjas parecen Yoda.
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